El verano además de traer buenos momentos, trae complicaciones con los bichitos. Sólo basta con una minúscula herida ocasionada por peleas con otros perritos, accidentes, picazón o exceso de lamido para que desencadene Miasis, conocida como “bichera” o “gusanera”.
Las moscas se ven atraídas por heridas sangrantes, húmedas o infectadas, en las que depositan sus huevos (queresa) y se adhieren a la zona de la herida. En pocas horas los huevos crecen a larvas (gusanos) y comienzan a alimentarse de los tejidos excavando y originando orificios los cuales segregan exudado, un líquido de mal olor que atrae más moscas a la herida de nuestra mascota.
Es muy riesgoso no tratar con urgencia la Miasis ya que los gusanos van creciendo rápidamente y alimentándose en una segunda etapa de la carne y luego de los órganos de nuestro animal.
Es sencillo detectar estas afecciones, ya que a simple vista está la herida que atrajo a las moscas, y dependiendo del crecimiento de las larvas podemos observarlas y percibir los túneles que han hecho. Los huevos eclosionan entre el día 1 y 3 de haberse instalado, y los gusanos blancos pueden llegar a convertir una pequeña herida en una muy grande y severa en muy poco tiempo.
Para prevenir la Miasis es importante tener controlado las zonas habituales donde suele desencadenarse, orejas, cualquier parte de la cabeza, cuello, espalda y zonas cercanas al ano. No es extraño, que por instinto, si nuestro perro detecta estas molestias y llega con su lengua a la región afectada retire con su lamido los huevos depositados por las moscas.
Si notas heridas en tu mascota es importante que la mantengas higienizada y controlada, no dudes en acercarte a la vete para que pueda administrarse el tratamiento indicado.
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